“Al ver a estos niños que tienen miedo de bailar, de llorar, de todo, que piden seguridad en todo, pienso en estos cristianos tristes que siempre critican a los predicadores de la Verdad, porque tienen miedo de abrir la puerta al Santo. Espíritu. Oremos por ellos, y oremos también por nosotros, para que no nos convirtamos en cristianos tristes, cortando la libertad del Espíritu Santo para venir a nosotros mediante el escándalo de la predicación». (…) Es impactante que Dios nos hable a través de hombres con limitaciones, hombres pecadores: ¡es impactante! Y es aún más impactante que Dios nos habla y nos salva a través de un hombre que dice ser Hijo de Dios, pero termina siendo un criminal. Eso es impactante». (Santa Marta 13 de diciembre de 2013)

Los comentarios están cerrados.

Comentarios recientes
    Categorías